La Poesia

La poesia no necesita ser escrita, si no ser amada...

sábado, 2 de julio de 2011

Tinta y Papel

TINTA Y PAPEL


EDUARDO ALÍ RANGEL: CABALLERO DEL SONETO Y PINCELADOR DE SU PUEBLO     

Luis Mendoza Silva*
luismendozasilva@hotmail.com

La poesía es simplemente la poesía, sin remoquetes ni otros calificativos, y como tal existe desde que existe el mundo. Pero, de ahí hasta nuestros tiempos, es justo que haya sufrido como todo, innumerables transformaciones, no en el sentido poético de fondo si no de tipo estructural o estilístico y, esto lo hemos entendido por la vía del estudio de los diferentes movimientos literarios que nos han precedido. Estos cambios jamás han logrado fragmentar el verdadero sentido de la poesía.     
Tal oficio, es decir, “la poesía -según don Liborio De la Torre- en su constante transito por territorios interiores, adhiere involuntariamente al hombre y convierte en uno solo poeta y poesía”. E igualmente -De la Torre expresa: “Poeta es aquel hombre o mujer, orfebre abnegado que anda religiosamente a la caza de motivos para asombrar la palabra misma y cumple su postulado como un evangelio”.
Y, precisamente eso es lo que ha hecho a lo largo de sus 96 años, Eduardo Alí Rangel, quien ha logrado convertirse en icono de la poesía e imagen de su pueblo, desde la sencillez. El portento de su palabra expresada en sus obras publicadas, el aprecio, admiración y respeto que el pueblo venezolano le tributa en cada oportunidad, así lo demuestran.
En tal sentido, queremos expresar que la poética de Eduardo Alí, ha cumplido con precisión su cometido u obligación de convertirse en voz de pueblo. Amen que estas formas utilizadas por el bardo sabaneteño más importante de todos los tiempos, la contemporaneidad influida por nuevos esquemas intenta, según él desvalorizarle, minimizando el carácter y la fuerza expresiva de los poetas sencillos, endilgándoles a éstos falta de universalidad y tosquedad.
Pero, estamos seguros que no hay nada más alejado de la realidad, pues, jamás esta vanguardia dizque “exclusivista” y fatua, podrá pasar desapercibido el decoro y la dignidad de este poeta ciudadano de los sueños, que ha sido considerado como El Caballero del Soneto, debido a la fuerza expresiva y al ímpetu con el que ha cabalgado por las sabanas de este sublime y exigente genero clásico, que sigue y seguirá vigente en la obra de los poetas sencillos, esos que van graficando pueblos con sus pinceladas de poesía y querencia.
Y es que, para decirlo con palabras de don Liborio De la Torre, al mejor estilo de los más altos creadores castellanos de todos los tiempos, nuestro personaje aludido, ilustró en este soneto el sentir de sus comarcanos: EL PUEBLO. Nuestro pueblo era gris, pero tenía/ una bondad de madre silenciosa/, un amor infantil de mariposa/ y una misma sonrisa cada día/. Circundado de un bosque que dormía/, en luna y caño de canción hermosa/, era como esperanza soledosa/ conformada en letal melancolía. Hasta acá se llegaban los caminos/ con su rumor de pasos campesinos/ en el alba temprana de mis soles/. Nos sentíamos felices por pequeños/ y la noche arropaba nuestros sueños/ al apagar sus luces los faroles/. (E. A. R).      
Los personajes, el río, sitios, mitos, leyendas, paisajes y las actividades cotidianas de los hombres, han sido resaltados por Eduardo Ali Rangel, quien a través de la poesía a universalizado su comarca, logrando así que los hijos de Sabaneta sean cada vez más orgullosos de su gentilicio.
Y, así van apareciendo las cosas del pueblo; en cada letra, en cada frase, en cada rima, en cada poema y en cada suspiro y respiro de este noble cultor de letras provincianas, Eduardo Alí Rangel quien ha dedicado buena parte de su existencia a reseñar -cual un cronista hacendoso- la vida y los aspectos más resaltantes de su pueblo….Sabaneta.  
LAS COMARCAS DEL ALBA. Aquí están con sus huellas generosas/ las comarcas del alba que han tenido/, madrugadas de un tiempo muy querido/ y amaneceres de auroras rumorosas/. Ya mi mano en su afecto ha conseguido/ alcanzar las estrellas milagrosas/, cultivar la esperanza de sus rosas/ y amparar la ilusión con que he vivido/. Son comarcas de fe que estoy mirando/
desde el rincón en que nací soñando/, desde la tierra en que seguí creciendo/.
Alba y amor de viejas madrugadas/, solar de mis vivencias más sagradas/, razón eterna para estar queriendo/. (E. A. R) 
Desde este espacio, queremos unirnos a la solicitud muy justiciera que ha venido haciendo un grupo de amigos, poetas, escritores, cultores y familiares, para que sea otorgado merecidamente el Premio Nacional de Literatura 2011, al autor de: LOS LEJANOS PAISAJES Y DE MONTE A MONTE. 

















Luis Mendoza Silva
C. I. 8.069. 531

















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